Un viaje de mil kilómetros se inicia con un paso.

(Proverbio chino)

jueves, 28 de octubre de 2010

¿Qué es la Inteligencia Emocional?

¿Por qué hay tantas personas que tienen un alto cociente intelectual y fracasan en su  vida  profesional y privada y hay otras que, con un cociente intelectual más modesto logran tener éxito y ser felices?              
Ser inteligente es tener Respons-habilidad: “la habilidad para responder a distintos desafíos”, capacidad que surge de una combinación única de inteligencias emocionales,  de canales de representación preferidos y de formas de pensamientos y resolución de desafíos. Dentro de la Teoría de las Inteligencias Múltiples postulada por Howard Gardner hay dos inteligencias que apuntan a la Inteligencia emocional: las inteligencias intra e interpersonales. Sin embargo,  cómo el mismo Gardner lo admitió, si bien él las reconoció,  no las exploró, recién el psicólogo estadounidense Daniel Goleman, a los comienzos de los ’90 comenzó a estudiarlas. Las IM  (inteligencia lógico-matemática, lingüística, musical, espacial y kinestésica) son amorales (no tienen moral), pueden dárseles un uso constructivo o destructivo y nuestro cociente emocional (combinación de inteligencias intra e interpersonales) es el que decidirá sobre estos propósitos. Por eso podemos decir que el alfabetismo emocional es la capacidad madre.
La Inteligencia Emocional es el potencial para sentir, usar, comunicar, reconocer, recordar, aprender de, manejar y entender las emociones propias y las de los demás.
Es la capacidad para reconocer nuestros propios sentimientos y los de los demás y para manejar las emociones en nosotros mismos y en nuestras relaciones.
Todas las emociones son inherentes del ser humano y por tal razón son válidas, no existen emociones “buenas” o “malas”.  No las podemos evitar, lo que debemos trabajar y modelar son nuestras reacciones emocionales.  Para lograrlo, el primer paso es el darnos cuenta de lo que sentimos en el momento que lo estamos sintiendo y es así como la emoción se convierte en sentimiento. Cuando logramos pasar una emoción que se genera en nuestro Cerebro de Mamífero, que es irracional e inconsciente, por el filtro racional de la Neocorteza la convertimos en sentimiento.
Proximamente, te contaré cuáles son los pasos a seguir para poder manejar y modelar las emociones que transformamos en sentimientos.
  “Hay un rincón en el universo que puedes estar seguro de poder mejorar: tú mismo.” Aldous Huxley
¡Seguimos en contacto! Rosana


martes, 26 de octubre de 2010

¿Cómo funciona nuestro cerebro?

          Nuestro cinco sentidos nutren al cerebro de estímulos externos, éste los compara con la información previamente registrada en él y le envía mensajes al resto del cuerpo para que éste actúe en consecuencia.
Nuestros tres cerebros
          De acuerdo al modelo trino del cerebro desarrollado por el Dr. Mac Lean, nuestro organismo está regido por tres cerebros distintos, que evolucionaron en distintas etapas y que, dependiendo de cual utilicemos, hacen que nuestras respuestas al medio sean totalmente distintas.
a-      El cerebro de reptil
          Es la capa más antigua, se desarrolló hace más de 500 millones de años y se parece bastante al cerebro entero de los reptiles de hoy. Está compuesto por el tronco encefálico y el cerebelo. El tronco encefálico lleva información del cuerpo al cerebro y éste regula los procesos vegetativos del cuerpo (respiración, latidos del corazón, presión sanguínea, etc.) y el cerebelo coordina los movimientos automáticos. Se basa casi completamente en la programación genética. Sólo tiene tiempo presente (ya que no tiene memoria ni puede proyectar en el futuro) y su función es asegurar la supervivencia (comida, protección, reproducción y territorio)
b-                      b-  - El cerebro de mamífero,  sistema límbico o cerebro emocional
                  Está compuesto por los módulos que están por debajo del cuerpo calloso y apareció junto con los mamíferos. Este cerebro junto con el de reptil son inconscientes, sin embargo, tienen un efecto profundo sobre nuestra experiencia ya que están estrechamente conectados con el cerebro consciente. Las emociones, nuestras reacciones cerebrales básicas, se generan aquí. Es el centro de la memoria (tiene tiempo presente y pasado) y, por lo tanto, del aprendizaje.
           En este sistema, encontramos al tálamo, especie de retransmisor, que recibe toda la información sensorial (excepto la relacionada con el olfato) y la dirige a distintas partes del cerebro para que sean procesadas, el hipotálamo que, con la ayuda de la hipófisis, ajusta las condiciones físicas del cuerpo para que pueda adaptarse al entorno en óptimas condiciones, actuando como un termostato y como un reloj interno,  el hipocampo, que cumple una función esencial en el establecimiento de la memoria a largo plazo, chequea la información que es recibida por la memoria operativa y la compara con la memoria contextual que él guarda (finaliza su desarrollo  alrededor de los dos años de edad) y la amígdala que es el centro de la memoria emocional. Ésta ya está desarrollada en el momento del nacimiento y sólo entiende mensajes no verbales. (por eso está estrechamente ligada con el hemisferio derecho). 
         El cerebro emocional responde y aprende por premios y castigos. Nos lleva a acercarnos a todo aquello que, por experiencia, sabe que nos produce placer y nos aleja de lo que tiene registrado como doloroso, por eso su función principal también es la supervivencia.
¿Cómo funciona?
             Las señales sensoriales llegan al tálamo. Una parte menor de la información (5%) se dirige a la amígdala, que la compara con experiencias emocionales anteriormente guardadas y hace que reaccione en un lapso de 125 milisegundos.
                 El cerebro emocional es categórico (todo es blanco o negro, bueno o malo), personalizado (todo lo ve desde el punto de vista propia, en primera persona) y filtra todo aquello que se opone a sus experiencias- Esta reacción casi inmediata de lucha o fuga (ataco o escapo) es fundamental para la supervivencia en caso de vida o muerte…(diapositiva 5)pero … ¿qué sucede cuando tenemos este tipo de reacciones en el mundo actual cuando nuestro cerebro percibe amenazas casi constantes (reales o imaginarias) de distinto tipo?
                         c-         La neocorteza o cerebro racional
                     Conforma el 85% del total del cerebro pero es el más lento en reaccionar ya que aquí también llega la información desde el tálamo pero tarde 500 milisegundos. Es por eso que llamamos al recorrido tálamo-amígdala, camino corto y al recorrido tálamo-neocorteza, camino largo.  Es esta parte del cerebro la que nos hace distintos del resto de los animales. Es aquí donde se asienta nuestro raciocinio, el aprendizaje académico, nuestra habilidad para planificar y tomar decisiones, etc. Está compuesta por dos hemisferios (el derecho y el izquierdo), que si bien se complementan y están conectados por el cuerpo calloso, cumplen funciones totalmente lateralizadas y específicas. Cada hemisferio está dividió en cuatro lóbulos: el occipital,  (en la parte posterior de la cabeza) , que está compuesto por zonas de procesamiento visual, el temporal (cerca de los oídos), relacionado con la audición, el parietal, que se ocupa de las funciones relacionadas con el movimiento, la orientación, etc. y el frontal, que se ocupa de las funciones cerebrales más integradas como pensar, conceptualizar, razonar, planificar, decidir, etc. Los LPF (lóbulos pre frontales) terminan de desarrollarse alrededor de los 25 años de edad. Éstos tienen el poder de detener a la amígdala pero, al ser más lentos, no siempre lo logran. Este cerebro tiene tiempo pasado, presente y futuro, ya que tiene autoconciencia y puede planificar y proyectar. Su función, además de asegurar la supervivencia es la de trascendencia . Para lograrla tenemos que entrenarlo de modo tal que siempre tenga poder sobre nuestros cerebros primitivos y que sea él el que decide que (pro)acción es la más conveniente no sólo para asegurar nuestra supervivencia y la de la especie sino también para mejorar nuestra calidad de calidad de vida como seres humanos.

Veamos por qué  a veces no lo logramos
                  Cuando la información llega del tálamo a la amígdala, ésta compara la información recibida con las memorias guardadas en su banco y, si considera que el estímulo amenaza nuestra supervivencia, hace que tengamos una reacción emocional  
Las mismas pueden ser:
-          Lucha defensiva: Reacciono violenta o agresivamente (puede ser simplemente un comentario, una mirada, lo que dispare este comportamiento)
-          Lucha ofensiva: Adopto la postura comúnmente llamada ‘patotera’, trato de impresionar  e intimidar a mi ´rival´.
-          Fuga: Me evado, no me concentro. Tengo pensamientos intrusivos o evasivos, etc.
-          Inhibición de acción:  Directamente me bloqueo, no reacciono.

             Cuando experimentamos cualquiera de estas reacciones emocionales, nuestro cerebro racional no trabaja eficientemente ya que durante este proceso, la energía neural se focaliza de éstas respuestas pro-supervivencia  y no da lugar para el pensamiento racional. Por otro lado, nuestro organismo comienza a producir cortisol, la hormona del estrés que, en grandes cantidades, afecta las neuronas, especialmente las del hipocampo, donde se encuentra el banco de nuestras memorias contextuales y explícitas (conscientes) 

Y….¿cómo podemos lograrlo?
¿Qué son las emociones?
              La palabra ´emoción’ proviene del latín: ‘e’: fuera, ‘motio’: movimiento. Las emociones son impulsos para actuar. Todas las acciones están motivadas por emociones. Hay cientos de emociones y sus combinaciones pero los investigadores sugieren (especialmente Paul Ekman, que estudió pueblos totalmente alejados de la civilización) que hay 4 emociones básicas que son universales: el enojo, la tristeza, la alegría y el miedo. Todas las emociones son válidas porque son inherentes al hombre y no se pueden controlar lo que debemos aprender es a dominar nuestras reacciones, nuestros impulsos, nuestros cerebros primitivos.  Entonces…¿cuál es el camino?

Desafío de Aristóteles: ‘Cualquiera puede enojarse. Eso es fácil, pero enojarse con la persona correcta, por la razón correcta y del modo correcto… eso… no es fácil.’

          El primer paso es lograr transformar nuestras emociones en sentimientos. ¿Qué son los sentimientos? Son las emociones que han sido filtradas por el cerebro racional (LPF). Son representaciones conscientes de las emociones. Son el ´darnos cuenta´ de lo que nos pasa y en consecuencia tener la posibilidad de poder elegir que hacemos con eso.
         Stephen Covey nos indicó  el camino a seguir cuando dijo:  ‘Nuestra racionalidad yace en el espacio entre el estímulo y la respuesta. Es allí donde se encuentra nuestro poder de elección y nuestra libertad’. Claro está, que el camino a veces es duro… pero si logramos neuroentrenarnos podemos formar en nuestro cerebro redes neurales automáticas e inconscientes que nos permitan dominar nuestros instintos más primitivos y comportarnos como verdaderos SERES HUMANOS. 

                                                                                                    Rosana Fernández Coto

                

EL DESAFÍO DE TRANSFORMARNOS EN SERES HUMANOS

                      Gracias a nuestro cerebro, que es el órgano que controla el resto del cuerpo, hemos desarrollado distintos tipos de capacidades a lo largo de la historia que nos han permitido sobrevivir, primero en un mundo natural y luego en el mundo artificial que creamos. Si bien  esta lucha por la supervivencia en estos dos mundos es continua, ya que los desafíos que nos presentan tanto el medio natural como nuestro mundo ´civilizado´ son permanentes, hemos llegado a un punto que, si no nos ocupamos de nuestro mundo interior, la supervivencia del hombre y su calidad de vida no están garantizadas. Una sociedad  que se basa en el paradigma HACER-TENER-SER, que vive sus logros materiales como los triunfos necesarios para ser feliz y no tiene en cuenta a su prójimo para estas ‘éxitos´, está destinada a sucumbir. El desafío más importante de nuestros días, está en poder lograr un cambio en el paradigma social, ya no basta conocer y saber combatir las amenazas naturales y  los peligros del mundo artificial, para que nuestra especie sobreviva también tiene que trascender, cambiar el HACER-TENER-SER por el SER-HACER-TENER y esto lo lograremos sólo conociendo nuestro mundo interior y…. conquistándolo.
Quien conoce a los demás, es inteligente.   
Quien se conoce a si mismo, es brillante.
Quien vence a los demás, es fuerte.
Quien se vence a si mismo, es invencible.
                                                 Tao Tse King
                    Pero… ¿es ésto posible? ¿Podemos llegar a conocer nuestras emociones? ¿Podemos dominar nuestros impulsos? La respuesta es, sin duda, afirmativa, claro que no es fácil, requiere de nuestro esfuerzo, nuestra voluntad, nuestra decisión… todos recursos que poseemos, que sólo el hombre tiene gracias al cerebro racional que ha desarrollado (especialmente los lóbulos pre frontales) entonces la  respons-habilidad (habilidad para responder ante este desafio) está en nuestras manos.

martes, 19 de octubre de 2010

¿Qué es el Neuroaprendizaje?

“Enseñar sin saber cómo funciona el cerebro es como querer diseñar un guante sin nunca haber visto una mano.”     Leslie Hart
                  El Neuroaprendizaje es una disciplina que nació de la conjunción de varias ciencias como la Neurobiología, la Psicología, la Pedagogía y la PNL  entre otras.
                  Si bien hasta hace dos décadas era muy poco lo que se conocía acerca de  cómo funciona y cómo aprende el cerebro,  a partir de los años 90 ha habido una explosión tecnológica que permitió empezar a conocer más sobre “el órgano del aprendizaje.”
                  Un tiempo atrás, los docentes nos debíamos contentar con los resultados de la observación ya que, a través de ella, decidíamos si cierta técnica, estrategia, teoría o escuela de aprendizaje era favorable o no para nuestros alumnos. En la actualidad, contamos con elementos para saber cómo aprende el cerebro humano en general y tenemos herramientas para descubrir cómo aprende cada cerebro individual. Estas herramientas nos posibilitan cubrir todos los estilos de aprendizaje, todas las inteligencias, los distintos canales de representación sensorial y formas de enfrentar desafíos. Estamos convencidos de que “si un niño no aprende es porque no les estamos enseñando de la manera que él puede aprender.” R. Dunn
                  Consideramos que es fundamental capacitar a los docentes con éstos nuevos conocimientos que dan por tierra con ciertos modelos mentales limitantes como que el cociente intelectual está determinado al nacer, o que nivel de inteligencia es sólo medible a través  de las evaluaciones tradicionales y abre camino a un liderazgo situacional donde se tienen en cuenta no sólo al contexto y al estilo general de los alumnos sino también a cada alumno en relación con las distintas  áreas  de aprendizaje.
      Otro aspecto fundamental para que el Neuroaprendizaje en el aula sea un hecho es la creación de un ambiente resonante, donde cada miembro se sienta  motivado a dar lo mejor de sí , donde ningún cerebro  se sienta amenazado  porque el estilo de enseñanza no condice son su estilo de aprendizaje y donde pueda desarrollar sus habilidades  y adquirir nuevas capacidades.  El entorno resonante y seguro evita lo que en Neuroaprendizaje denominamos “downshifting”, que es el período durante el cual no llega suficiente sangre y oxígeno al cerebro racional como para que éste trabaje eficazmente,  provocando las típicas reacciones emocionales de fuga (falta de concentración,  retardo de acción,etc),  lucha (agresividad, bullying), sumisión e   inhibición de acción (bloqueo).
                  El docente como líder resonante crea las condiciones para poder desarrollar las procesos cognitivos y funciones ejecutivas del cerebro de un modo convergente ( propio de la escolaridad formal) y divergente, propio de los cerebros que utilizan su creatividad e intuición para encontrar respuestas nuevas a los desafíos de siempre.
                   Finalmente, pero no menos importante, es el área del alfabetismo emocional.  Basta mirar a nuestro alrededor para darnos cuenta que si bien cada vez nacen chicos intelectualmente más inteligentes, el cociente emocional ha disminuido drásticamente, por eso me animaría a decir que el enseñar a monitorear y a manejar nuestras emociones se ha convertido en una necesidad de supervivencia.
                  Por todo lo mencionado, no me cabe duda que  el Neuroaprendizaje es una herramienta imprescindible para el docente de nuestros tiempos que sabe que el único camino seguro para  un futuro promisorio es contribuir a la formación de seres capaces de autogestionarse y superarse a si mismos.
                     Nse. Prof. Rosana Fernández Coto – Escuela Argentina de Neuroaprendizaje - Directora