Un viaje de mil kilómetros se inicia con un paso.

(Proverbio chino)

domingo, 26 de diciembre de 2010

L a importancia del Aspecto Físico (y de los materiales) para crear un ambiente cerebro-compatible en el aula

Si bien, este tema parece simple y hasta obvio, no siempre se le da la importancia adecuada, por eso, y a modo de reflexión, he optado por dedicarle unas  breves consideraciones.
Es evidente que hay algunos elementos del aspecto físico de un aula como tener suficiente luz, una temperatura adecuada, orden y los materiales necesarios, entre otras cosas, para poder disfrutar  de un ambiente agradable y seguro. Es cierto también, que muchas veces no está en nuestras manos proveer estos elementos, pero si ponemos en práctica nuestro pensamiento divergente veremos que hay muchas cosas más que podemos lograr de  las que creemos a primera vista.
El agua, es un tema del que ya hemos hablado, nuestro organismo y, en consecuencia también nuestro cerebro necesita agua para poder funcionar eficazmente. Se ha comprobado que, cuando sentimos sed, es porque ya hemos comenzamos el proceso de deshidratación y, por lo tanto nuestro cerebro racional no puede trabajar como debiera, teniendo una necesidad pro supervivencia en el camino. Si es posible, sugiero tener una máquina dispensadora de agua en el aula. En su defecto, no sería mala idea, tener una jarra con agua en el escritorio de la maestra para que aquellos alumnos que lo deseen puedan beber y, por supuesto, en caso de que sus alumnos traigan una botellita de agua, no les prohíban el poder beber durante la clase. Nuestro cerebro necesita entre 8 a 12 vasos de agua por día para poder responder a los desafíos diarios con eficacia.
En cuanto al arreglo de  los bancos, he oído muchas veces que la mejor disposición era colocarlos en  forma de herradura. Permíteme decirte que todo depende del contexto y del propósito de la clase. Por supuesto que si quiero que los participantes interactúen entre sí, la mejor disposición es el semicírculo, ya que la mayoría de las personas son visuales y necesitan mirarse  para poderse comprender.  Sin embargo, si mi objetivo es dar una clase más formal en la que necesito que los alumnos me estén prestando atención a mí, la mejor forma es la tradicional y si quiero que trabajen en grupos, es necesario unir varios bancos para que los alumnos puedan trabajar en círculo. Lo que debemos permitir es el reacomodamiento según las actividades, aunque perdamos unos minutos de tiempo, los recuperaremos después con los resultados obtenidos.
La música es un elemento ampliamente reconocido como muy útil para diversos propósitos. Sabemos que con la música podemos crear un clima apropiado para presentar un tema, para cambiar de tema, para motivar y  para relajar entre otras cosas. Tengámosla en cuenta en nuestras clases y usémosla a nuestro favor, ya que sabemos que tantos educandos están interesados en ella.
En cuanto a los aromas pareciera que fuera un tema menor y sin relevancia. Sin embargo, el sentido del olfato es de importancia capital para la supervivencia de muchas especies (y así lo ha sido para nuestros ancestros). Ayuda a distinguir un alimento sano de uno que no lo está y es imprescindible para los mamíferos recién nacidos para encontrar las mamas de su madre. Muchos animales se valen del olfato para interpretar su entorno.

En los humanos, la memoria olfativa hace revivir momentos memorables o desagradables de la vida, y es también cuestión de supervivencia, por ejemplo en caso del olor a humo que avisa de un fuego. También ejerce una importancia vital en la atracción sexual.
Inicialmente nos puede confundir un perfume artificial, pero rápidamente se hace presente el perfume natural. Los productos químicos que exudamos llamados “feromonas”  tiene un olor particular en cada persona. Si este olor nos es muy agradable, entonces comienza a existir una atracción inicial. El olor, aunque no lo percibamos conscientemente, puede llegar  incluso a ser más fuerte y atractivo que las cualidades anatómicas. Por ello, podemos apreciar muchas veces e inexplicablemente, parejas tan dispares o el rechazo de una persona que a la vista nos agrada.
Todos exudamos “un olor particular”, que puede atraer o no al otro. Si bien es cierto que actualmente el sentido de la vista ha tomado un papel preponderante, en los últimos tiempos ha habido una revalorización del sentido del olfato, y esto se debe muy probablemente al “neuromarketing olfativo”. Aquellas personas involucradas en marketing saben muy bien crear lo que se denominan “anclajes olfativos”.
Un anclaje es el proceso mediante el cual un estímulo externo, dispara una sensación interna (tipo estímulo-respuesta).



Esto lo podemos comprobar con mucha facilidad, por ejemplo, cuando vamos a un centro de compras. Hay ciertos negocios con los que inmediatamente identificamos un aroma (¿o viceversa?). ¿Por qué no valernos, los educadores también de este sentido tan arraigado en nosotros,  para crear ambientes más resonantes a través de anclajes olfativos?
Recuerdo a una docente que tenía muy en claro este factor y que, cuando sus alumnos debían enfrentarse a una situación que podía presentárseles como amenazante, por ejemplo una evaluación, les pedía que trajeran un pañuelo empapado con un aroma que a ellos les causara placer o que les ayudara a revivir un momento de protección y calma, como por ejemplo, el perfume que usaban sus madres. Un rato antes de la evaluación, los alumnos “olían” este pañuelo y era como que se transportaban a aquellos momentos donde se sentían seguros y felices. ¡Realmente era una estrategia que funcionaba!
Nos podemos valer de varios tipos de anclajes relacionadas con los distintos sentidos para ayudar a crear un ambiente resonante. Podemos crear anclajes visuales, como cuando, por ejemplo,  una docente utiliza sombreros de distintos colores para anunciar qué tipo de actividad van a realizar, o pide “silencio” siempre desde un mismo lugar físico del aula. Una vez que el anclaje está establecido, basta con que los alumnos vean caminar a la docente hacia esa dirección, y  ya hacen silencio sin que se les pida. El timbre (o la campana), por ejemplo, es un anclaje auditivo. Los anclajes están relacionados con nuestra conducta más estereotipada, con nuestros hábitos, por eso una vez que se establecen, funcionan automáticamente.
 Muchas veces creamos anclajes negativos en nuestras vidas. También debemos reflexionar sobre ellos para lograr erradicarlos. Ya veremos más adelante que un anclaje establecido equivale a una red neuronal consolidada por eso no es tan fácil liberarnos de ellos, pero sabiendo qué es lo que nos está sucediendo,  con entrenamiento y perseverancia liberarnos de nuestros modelos mentales disfuncionales y  así es como vamos programando el software de nuestros propios cerebros.
Los Mensajes afirmativos, como los que se muestran a continuación son realmente efectivos en el aula. (Los mensajes que seleccioné en esta ocasión, son en realidad, pilares de PNL). 


Los mensajes afirmativos, para cumplir con su propósito deben tener ciertas características. Tienen que estar redactados en:
·         Afirmativo. (“Afirmar” significa poner firme)
·         Primera persona.
·         Tiempo presente
Tenemos la ventaja (o desventaja) que nuestro cerebro “se cree todo lo que le decimos” y el tener estos  mensajes a la vista, en el aula, hacen que el cerebro de los que lo leen lo vayan internalizando y asumiendo.  Para comprobar este punto,  me gustaría que imagines que tienes una rodaja de limón en la boca…. ¿Qué te sucede? Posiblemente comenzaste a salivar y “a sentir el gusto del limón”. Ya lo ves, tu cerebro se cree todo lo que le dices.  El cerebro no sabe distinguir si una imagen, un sonido, un aroma o cualquier estímulo sensorial ha sido  realmente visto, olido, saboreado, oído, tocado  o, simplemente, imaginado. Una vez que ese estímulo es “percibido”, queda almacenado y etiquetado para su posterior uso o referencia.
Por eso es muy importante controlar nuestro diálogo interno y nuestros pensamientos. Recuerda que, como dijo Buda: “Somos lo que pensamos”.
Es importante que estos mensajes estén en afirmativo porque el cerebro  procesa primero la información afirmativa. Para poder negar o cuestionar cualquier información, primero ha de visualizarla en afirmativo para, después, tacharla o ponerle una interrogación. Sin embargo, recuerda: cualquier imagen queda automáticamente almacenada ya sea real o imaginada y después es muy difícil cambiarla.
Haz la siguiente prueba. Pídele a un grupo de personas, haciendo que parezca natural o espontáneo, que nadie piense en una tortuga y repíteselo un par de veces: “no piensen en una tortuga, nadie piensa en una tortuga ahora…” Si te contestan la verdad a la pregunta “¿qué imagen les ha venido a la cabeza?”,  todos te responderán “’Una tortuga!”. Este es el mecanismo por el que las consignas del tipo:” No comen en clase”  no son efectivas. Haríamos muy bien en cambiarlas a, por ejemplo: “Coman sólo durante el recreo.”
Espero que estas simples consideraciones para ayudar a crear un ambiente cerebro-compatible te hayan sido de utilidad. 
¡Hasta la próxima! 
Rosana


miércoles, 8 de diciembre de 2010

     ¿Qué es la Resiliencia

El símbolo de la Resiliencia es el “hipocampo”.
Las razones por las que se adoptó este símbolo son dos:

 a-El hipocampo es uno de los pocos animales “monógamos” encontrados en la naturaleza. Conserva la misma pareja durante toda su vida. Simbólicamente representa a la perseverancia, cualidad básica para la ser resiliente y constante en la persecución de los objetivos.

 b-Se ha descubierto que, el hipocampo cerebral, a pesar de que es la estructura que más sufre los efectos del estrés (sus neuronas se pueden llegar a destruir y su tamaño se puede llegar a reducir a causa del mismo), también se podría decir que es el más “resiliente” ya que, una vez superada la situación estresante, sus neuronas se reproducen (neurogénesis) y  éste recupera su tamaño.
          El concepto de la Resiliencia está relacionado con el concepto de autoeficacia percibida, desarrollado por el psicólogo A. Bandura. Él sostiene que cuando percibimos que las estrategias que utilizamos dan resultado, aumentamos nuestro optimismo y autoestima y esto, predispone a un próximo éxito.
   
          Los seres humanos adoptamos distintas respuestas de afrontamiento 
cuando nos encontramos ante situaciones que percibimos como amenazantes.  Estas respuestas comprenden las conductas observables, las respuestas cognitivas y emocionales. En 1981, Thompson señaló 3 puntos básicos de afrontamiento que producen el control de la situación.




          La capacidad de predecir (a la posible “amenaza”) disminuye el nivel de estrés y de caer en “downshifting”. Si considero que tengo las herramientas necesarias para afrontar la amenaza, me siento en control y mantengo mi estabilidad emocional. En cambio, cuando la situación de “fracaso” se percibe como repetida, la falta de control que experimento puede llevarme a la indefensión aprendida.

          Para ilustrar este punto me gustaría recurrir a una historia de Jorge Bucay, llamada: “El elefante encadenado”

          Cuando yo era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales. También a mí como a otros, después me enteré, me llamaba la atención el elefante. 
          Durante la función, la enorme bestia hacía despliegue de su tamaño, peso y fuerza descomunal... pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas clavada a una pequeña estaca clavada en el suelo. 
Sin embargo, la estaca era solo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir. 
          El misterio es evidente: ¿Qué lo mantiene entonces? ¿Por qué no huye? Cuando tenía 5 o 6 años yo todavía creía en la sabiduría de los grandes. Pregunté entonces a algún maestro, a algún padre, o a algún tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado. Hice entonces la pregunta obvia: -Si está amaestrado, ¿por qué lo encadenan? No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente. 
Con el tiempo me olvidé del misterio del elefante y la estaca... y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta. 
Hace algunos años descubrí que por suerte para mí alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta: El elefante del circo no se escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde muy, muy pequeño. 
Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró, sudó, tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo, no pudo. La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Juraría que se durmió agotado, y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al que le seguía... 
          Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino. Este elefante enorme y poderoso, que vemos en el circo, no se escapa porque cree -pobre- que NO PUEDE
           Él tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que sintió poco después de nacer. Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro. 
Jamás... jamás... intentó poner a prueba su fuerza otra vez...

¿Cuántas veces actuamos como este elefante y no “crecemos” porque creemos que no podemos? Quizás porque en algún momento probamos y no pudimos, quizás porque alguien alguna vez nos dijo que no íbamos a poder o, simplemente, por miedo a salir de nuestra zona de seguridad decimos “no voy a poder, no puedo”. Si realmente lo intentamos y no pudimos es bueno que nos acostumbremos a decir y enseñarle a nuestros alumnos que digan: “No puedo TODAVÍA.”

Para reflexionar:

¿Cuántas veces, nosotros: docentes y profesionales de la salud, actuamos de tal forma que estimulamos a que nuestros alumnos/pacientes sufran de esta “indefensión aprendida”?
¡Hasta la próxima! Rosana

domingo, 28 de noviembre de 2010


Desarrollando nuestra Respons- habilidad Emocional
(la habilidad para responder a desafíos emocionales)

En el artículo de hoy, te propongo comenzar a analizar nuestras competencias emocionales en detalle.

Área personal

La primera capacidad emocional que nos tenemos que preocupar por desarrollar, ya que es la base del resto de las competencias, es la Conciencia de uno mismo. El Autoconocimiento.

El autoconocimiento: Representa la capacidad que tenemos para identificar nuestros propios estados internos, preferencias, recursos e intuiciones, e incluye a la:

-Conciencia emocional. Reconocer nuestras emociones y sus efectos.

-Valoración adecuada de uno mismo. Conocer nuestras fortalezas y debilidades.

-Confianza en uno mismo. Seguridad en la valoración que hacemos sobre nosotros mismos
y sobre nuestras capacidades. El dominio de este área implica conocer nuestras
emociones y así convertirlas en sentimientos y juzgarlas de manera adecuada, sin caer en
exageraciones ni intentar disminuir su importancia.


En síntesis, el primer paso es el famoso: “Conócete a ti mismo”, cosa que no es nada fácil. Si no, miren lo que le pasa al pobre Felipe.





Para ilustrar este primer área, relataré (en forma adaptada) una leyenda de Paulo Coelho.

Un cierto día, un monje zen, estaba meditando y un príncipe, que era discípulo suyo, lo interrumpió y le preguntó. “Dígame Maestro ¿qué es el cielo y qué es el infierno?”. Tras escuchar la pregunta, el monje, se dio vuelta y, enfurecido, le dijo: “¿Cómo te atreves a interrumpir mis meditaciones con esas cosas sin sentido?” El príncipe, confundido, se sintió humillado y agraviado y, sin pensarlo, desenvainó su sable y le respondió: “¡te merecerías la muerte por esta reacción! ¿Quién crees que eres?” A lo que el monje, muy calmo contestó: ‘Eso es el infierno’. El príncipe, avergonzado, le pidió disculpas y volvió a envainar su sable, poniéndose a sus pies. El monje, complacido por su cambio de actitud, lo miró a los ojos y con una sonrisa le dijo: “ y eso… es el cielo’. El conocimiento de uno mismo comienza por ser consciente de nuestras emociones (transformarlas en sentimientos) y de los impactos que las reacciones emocionales pueden causar en nosotros mismos y en los demás. Estar en contacto con nuestras señales interiores y reconocer los marcadores somáticos. Las personas que se preocupan por conocerse y aceptarse son personas auténticas y sinceras que pueden hablar abiertamente de sus emociones, conocen sus fortalezas y debilidades y se pueden reír de sí mismas, son humildes, aceptan los feedbacks y saben pedir ayuda. Se sienten seguros al valorar sus sentimientos, son asertivas, tienen fortaleza interna y son seguras de sí mismas. Las que no lo son, sienten que toda crítica confirma, su “incompetencia.”

¡Hasta la próxima!

Rosana.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Nuevo Curso a distancia - Escuela Argentina de Neuroaprendizaje

Formación de Neurocapacitadores: 
“CeRebrando el Aprendizaje”


Dirigido por: Nse. Prof. Rosana Fernández Coto*

“Enseñar sin saber cómo funciona el cerebro
es como querer diseñar un guante sin nunca haber visto una mano"
Leslie Hart


Este curso te proveerá de los recursos y herramientas más recientes de las neurociencias aplicadas a la educación, para que tus alumnos/pacientes puedan desarrollar su máximo potencial individual.
Dirigido a: docentes y directivos de todas las áreas y niveles de educación, profesionales de la educación (Psicopedagogos, Psicomotricistas, Fonoaudiólogos, Psicólogos, etc), alumnos universitarios y terciarios, y toda persona interesada en el tema.
Al finalizar este curso, habrás logrado:
  • Descubrir cómo aprende el cerebro.
  • Comprender cuáles son los elementos para crear un ambiente óptimo para el aprendizaje cerebro-compatible.
  • Prepararse para desarrollar en sus alumnos el alfabetismo emocional mediante el autoconocimiento, la autogestión y la gestión de las relaciones.
  • Cambiar sus modelos mentales limitantes en comportamientos funcionales.
  • Desarrollar la capacidad de influencia para liderar a sus alumnos hacia el máximo desarrollo de sus competencias intelectuales y emocionales.


Descargue los contenidos e información completa
haciendo click aquí
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pre-inscripción
haciendo click aquí
  

Rosana Fernandez Coto
Nse. Prof.
Rosana
 Fernández Coto
Rosana ha comenzado su carrera docente hace treinta años. Realizó un posgrado en 
Historia Inglesa y se desempeñó como profesora de “Lengua y Literatura Inglesa IV” 
en el Liceo del Profesorado por más diez años es, además, desde el año 1999, 
examinadora de la Universidad de Cambridge. Ha dirigido diversas instituciones bilingües 
y semi bilingües y, en la actualidad, es directora del Instituto William Shakespeare y la 
Escuela Argentina de Neuroaprendizaje. 
También pertenece al staff de la Asociación Educar y tiene el certificado de Master en 
Programación Neurolinguística . Es Neuropsicoeducadora y Neuropsicoentrenadora. Ha 
ofrecido seminarios, cursos y talleres en distintos lugares de la Argentina, Uruguay, Chile y 
México.


Informes:
Escuela Argentina de Neuroaprendizaje – cursos@eane.com.ar (5411) 4765-9606 - 4116-5202- 4116-5203 Pichincha 143- Boulogne- San Isidro – Bs. As.- Argentina 




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viernes, 12 de noviembre de 2010

Desarrollando la Respons-habilidad emocional

Desarrollando la Respons-habilidad emocional
Desde que el Cociente Intelectual  fue medido por primero vez en los comienzos del siglo XX  y, desde esa fecha hasta la actualidad, ha aumentado en un promedio de 20 puntos. Esto quiere decir que cada día nacen chicos más “intelectualmente” inteligentes. Sin embargo, las habilidades que componen la inteligencia emocional parecen haber disminuido bruscamente. Tomemos las siguientes estadísticas de EEUU que se basan sobre hechos diarios:
 6 niños se suicidan.
345 menores de edad son arrestados por cometer delitos violentos.
1500 madres adolescentes tienen hijos.
3000 niños abandonan la escolaridad.
135.000 niños llevan armas al colegio. (“La inteligencia emocional en los niños” L. Shapiro)
No es necesario hacer referencia a hechos tan extremos para comprobar que existen problemas de depresión, ansiedad, violencia, adicción, agresividad, etc. en la vida diaria.
Desarrollar la  inteligencia emocional es uno de los  grandes desafíos que todos los capacitadores debemos enfrentar. Todas nuestras acciones están motivadas por las emociones pero si no le damos lugar a nuestro cerebro racional  ‘volamos por la vida en piloto automático’ (D. Goleman). Si no manejamos nuestras emociones, nuestras emociones nos manejan a nosotros pero si entrenamos a nuestro cerebro racional, éste puede decidir si la reacción amigdalina es la apropiada o si la tiene que vetar.
El problema no son las emociones sino qué hacemos con ellas. ¿Cómo podemos llevar la inteligencia a nuestras emociones?
El viejo paradigma sostenía que las emociones estropeaban y obnubilaban la razón.
Los nuevos líderes sabemos que tenemos que aprender y enseñar a armonizar cabeza y corazón (cerebro emocional y racional), a usar nuestras emociones con inteligencia.
Dimensiones y dominios de la Inteligencia Emocional
El modelo de inteligencia emocional desarrollado por D. Goleman que se componía de 5 dominios y 25 competencias ha evolucionado tras diferentes estudios en el área de la psicología y de las neurociencias. En la actualidad, la inteligencia emocional, está compuesta por 4 dominios y 19 competencias.Ellos son:
Competencia personal
A)   Conciencia de uno mismo
             Conciencia emocional de uno mismo
 Valoración adecuada de uno mismo
 Confianza en uno mismo
 Autogestión
 Autocontrol emocional
 Transparencia
Adaptabilidad
Logro
Iniciativa
Optimismo
Competencia social
           Conciencia social
           Empatía
           Conciencia de la organización
           Servicio
           Gestión de las relaciones
           Liderazgo inspirado
           Influencia
           Desarrollo de los demás
           Catálisis de cambios
           Gestión de los conflictos
           Establecimiento de vínculos
          Trabajo en equipo y colaboración
En los próximos artículos vamos a estar analizando, algunas de estas competencias.
Te dejo con una frase de Kall para reflexionar
“El cerebro le da al corazón su vista. El corazón le da al cerebro su visión.”
Hasta la próxima. Rosana

miércoles, 3 de noviembre de 2010

DESARROLLANDO LA RESPONS-HABILIDAD EMOCIONAL

¿Qué son las emociones? ¿Se pueden controlar? La palabra ‘emoción’ proviene del latín: ‘e’: fuera, ‘motere’ ‘motio’: movimiento. Son impulsos para actuar. Todas las acciones están motivadas por emociones. Es más, la palabra ‘motivación’ tiene la misma raíz que el vocablo “emoción”.
 Hay cientos de emociones y combinaciones de emociones pero los investigadores proponen  4 emociones básicas e universales: el enojo, la tristeza, la alegría y el miedo. Estos son los colores primarios de las emociones. Otros científicos agregan otras dos emociones a estas cuatro: la sorpresa y la aversión.
Las emociones o reacciones emocionales que podemos tener se ven influenciados por nuestros estados de ánimos (podemos estar más propensos a reaccionar de un modo que de otro). Los estados de ánimo son estados mentales que duran más que las emociones. A su vez, los estados de ánimo se ven influenciados por nuestro temperamento: que es nuestra disposición genética natural. Pero, ya veremos que ‘Temperamento no es destino.´
Como vimos en artículos anteriores, nuestro cerebro está compuesto por módulos que se desarrollaron en distintas etapas evolutivas. La información  del mundo exterior percibida por nuestros sentidos llega  a nuestros cerebros primitivos mucho más rápido (125 milisegundos) que lo que tarda en llegar a nuestro cerebro Racional, donde se desarrolla nuestra inteligencia (500 milisegundos) . Por este motivo, nuestras reacciones emocionales son difíciles de ser controladas y frenadas. Entonces…¿ cuál es el camino?
Esta respuesta la vamos a ir desarrollando en los próximos artículos pero para comenzar a reflexionar te dejo una cita de Stephen Covey: “Nuestra posibilidad de elección y de ser libres yace en el espacio entre el estímulo y la respuesta.”
¡Hasta la próxima!


jueves, 28 de octubre de 2010

¿Qué es la Inteligencia Emocional?

¿Por qué hay tantas personas que tienen un alto cociente intelectual y fracasan en su  vida  profesional y privada y hay otras que, con un cociente intelectual más modesto logran tener éxito y ser felices?              
Ser inteligente es tener Respons-habilidad: “la habilidad para responder a distintos desafíos”, capacidad que surge de una combinación única de inteligencias emocionales,  de canales de representación preferidos y de formas de pensamientos y resolución de desafíos. Dentro de la Teoría de las Inteligencias Múltiples postulada por Howard Gardner hay dos inteligencias que apuntan a la Inteligencia emocional: las inteligencias intra e interpersonales. Sin embargo,  cómo el mismo Gardner lo admitió, si bien él las reconoció,  no las exploró, recién el psicólogo estadounidense Daniel Goleman, a los comienzos de los ’90 comenzó a estudiarlas. Las IM  (inteligencia lógico-matemática, lingüística, musical, espacial y kinestésica) son amorales (no tienen moral), pueden dárseles un uso constructivo o destructivo y nuestro cociente emocional (combinación de inteligencias intra e interpersonales) es el que decidirá sobre estos propósitos. Por eso podemos decir que el alfabetismo emocional es la capacidad madre.
La Inteligencia Emocional es el potencial para sentir, usar, comunicar, reconocer, recordar, aprender de, manejar y entender las emociones propias y las de los demás.
Es la capacidad para reconocer nuestros propios sentimientos y los de los demás y para manejar las emociones en nosotros mismos y en nuestras relaciones.
Todas las emociones son inherentes del ser humano y por tal razón son válidas, no existen emociones “buenas” o “malas”.  No las podemos evitar, lo que debemos trabajar y modelar son nuestras reacciones emocionales.  Para lograrlo, el primer paso es el darnos cuenta de lo que sentimos en el momento que lo estamos sintiendo y es así como la emoción se convierte en sentimiento. Cuando logramos pasar una emoción que se genera en nuestro Cerebro de Mamífero, que es irracional e inconsciente, por el filtro racional de la Neocorteza la convertimos en sentimiento.
Proximamente, te contaré cuáles son los pasos a seguir para poder manejar y modelar las emociones que transformamos en sentimientos.
  “Hay un rincón en el universo que puedes estar seguro de poder mejorar: tú mismo.” Aldous Huxley
¡Seguimos en contacto! Rosana


martes, 26 de octubre de 2010

¿Cómo funciona nuestro cerebro?

          Nuestro cinco sentidos nutren al cerebro de estímulos externos, éste los compara con la información previamente registrada en él y le envía mensajes al resto del cuerpo para que éste actúe en consecuencia.
Nuestros tres cerebros
          De acuerdo al modelo trino del cerebro desarrollado por el Dr. Mac Lean, nuestro organismo está regido por tres cerebros distintos, que evolucionaron en distintas etapas y que, dependiendo de cual utilicemos, hacen que nuestras respuestas al medio sean totalmente distintas.
a-      El cerebro de reptil
          Es la capa más antigua, se desarrolló hace más de 500 millones de años y se parece bastante al cerebro entero de los reptiles de hoy. Está compuesto por el tronco encefálico y el cerebelo. El tronco encefálico lleva información del cuerpo al cerebro y éste regula los procesos vegetativos del cuerpo (respiración, latidos del corazón, presión sanguínea, etc.) y el cerebelo coordina los movimientos automáticos. Se basa casi completamente en la programación genética. Sólo tiene tiempo presente (ya que no tiene memoria ni puede proyectar en el futuro) y su función es asegurar la supervivencia (comida, protección, reproducción y territorio)
b-                      b-  - El cerebro de mamífero,  sistema límbico o cerebro emocional
                  Está compuesto por los módulos que están por debajo del cuerpo calloso y apareció junto con los mamíferos. Este cerebro junto con el de reptil son inconscientes, sin embargo, tienen un efecto profundo sobre nuestra experiencia ya que están estrechamente conectados con el cerebro consciente. Las emociones, nuestras reacciones cerebrales básicas, se generan aquí. Es el centro de la memoria (tiene tiempo presente y pasado) y, por lo tanto, del aprendizaje.
           En este sistema, encontramos al tálamo, especie de retransmisor, que recibe toda la información sensorial (excepto la relacionada con el olfato) y la dirige a distintas partes del cerebro para que sean procesadas, el hipotálamo que, con la ayuda de la hipófisis, ajusta las condiciones físicas del cuerpo para que pueda adaptarse al entorno en óptimas condiciones, actuando como un termostato y como un reloj interno,  el hipocampo, que cumple una función esencial en el establecimiento de la memoria a largo plazo, chequea la información que es recibida por la memoria operativa y la compara con la memoria contextual que él guarda (finaliza su desarrollo  alrededor de los dos años de edad) y la amígdala que es el centro de la memoria emocional. Ésta ya está desarrollada en el momento del nacimiento y sólo entiende mensajes no verbales. (por eso está estrechamente ligada con el hemisferio derecho). 
         El cerebro emocional responde y aprende por premios y castigos. Nos lleva a acercarnos a todo aquello que, por experiencia, sabe que nos produce placer y nos aleja de lo que tiene registrado como doloroso, por eso su función principal también es la supervivencia.
¿Cómo funciona?
             Las señales sensoriales llegan al tálamo. Una parte menor de la información (5%) se dirige a la amígdala, que la compara con experiencias emocionales anteriormente guardadas y hace que reaccione en un lapso de 125 milisegundos.
                 El cerebro emocional es categórico (todo es blanco o negro, bueno o malo), personalizado (todo lo ve desde el punto de vista propia, en primera persona) y filtra todo aquello que se opone a sus experiencias- Esta reacción casi inmediata de lucha o fuga (ataco o escapo) es fundamental para la supervivencia en caso de vida o muerte…(diapositiva 5)pero … ¿qué sucede cuando tenemos este tipo de reacciones en el mundo actual cuando nuestro cerebro percibe amenazas casi constantes (reales o imaginarias) de distinto tipo?
                         c-         La neocorteza o cerebro racional
                     Conforma el 85% del total del cerebro pero es el más lento en reaccionar ya que aquí también llega la información desde el tálamo pero tarde 500 milisegundos. Es por eso que llamamos al recorrido tálamo-amígdala, camino corto y al recorrido tálamo-neocorteza, camino largo.  Es esta parte del cerebro la que nos hace distintos del resto de los animales. Es aquí donde se asienta nuestro raciocinio, el aprendizaje académico, nuestra habilidad para planificar y tomar decisiones, etc. Está compuesta por dos hemisferios (el derecho y el izquierdo), que si bien se complementan y están conectados por el cuerpo calloso, cumplen funciones totalmente lateralizadas y específicas. Cada hemisferio está dividió en cuatro lóbulos: el occipital,  (en la parte posterior de la cabeza) , que está compuesto por zonas de procesamiento visual, el temporal (cerca de los oídos), relacionado con la audición, el parietal, que se ocupa de las funciones relacionadas con el movimiento, la orientación, etc. y el frontal, que se ocupa de las funciones cerebrales más integradas como pensar, conceptualizar, razonar, planificar, decidir, etc. Los LPF (lóbulos pre frontales) terminan de desarrollarse alrededor de los 25 años de edad. Éstos tienen el poder de detener a la amígdala pero, al ser más lentos, no siempre lo logran. Este cerebro tiene tiempo pasado, presente y futuro, ya que tiene autoconciencia y puede planificar y proyectar. Su función, además de asegurar la supervivencia es la de trascendencia . Para lograrla tenemos que entrenarlo de modo tal que siempre tenga poder sobre nuestros cerebros primitivos y que sea él el que decide que (pro)acción es la más conveniente no sólo para asegurar nuestra supervivencia y la de la especie sino también para mejorar nuestra calidad de calidad de vida como seres humanos.

Veamos por qué  a veces no lo logramos
                  Cuando la información llega del tálamo a la amígdala, ésta compara la información recibida con las memorias guardadas en su banco y, si considera que el estímulo amenaza nuestra supervivencia, hace que tengamos una reacción emocional  
Las mismas pueden ser:
-          Lucha defensiva: Reacciono violenta o agresivamente (puede ser simplemente un comentario, una mirada, lo que dispare este comportamiento)
-          Lucha ofensiva: Adopto la postura comúnmente llamada ‘patotera’, trato de impresionar  e intimidar a mi ´rival´.
-          Fuga: Me evado, no me concentro. Tengo pensamientos intrusivos o evasivos, etc.
-          Inhibición de acción:  Directamente me bloqueo, no reacciono.

             Cuando experimentamos cualquiera de estas reacciones emocionales, nuestro cerebro racional no trabaja eficientemente ya que durante este proceso, la energía neural se focaliza de éstas respuestas pro-supervivencia  y no da lugar para el pensamiento racional. Por otro lado, nuestro organismo comienza a producir cortisol, la hormona del estrés que, en grandes cantidades, afecta las neuronas, especialmente las del hipocampo, donde se encuentra el banco de nuestras memorias contextuales y explícitas (conscientes) 

Y….¿cómo podemos lograrlo?
¿Qué son las emociones?
              La palabra ´emoción’ proviene del latín: ‘e’: fuera, ‘motio’: movimiento. Las emociones son impulsos para actuar. Todas las acciones están motivadas por emociones. Hay cientos de emociones y sus combinaciones pero los investigadores sugieren (especialmente Paul Ekman, que estudió pueblos totalmente alejados de la civilización) que hay 4 emociones básicas que son universales: el enojo, la tristeza, la alegría y el miedo. Todas las emociones son válidas porque son inherentes al hombre y no se pueden controlar lo que debemos aprender es a dominar nuestras reacciones, nuestros impulsos, nuestros cerebros primitivos.  Entonces…¿cuál es el camino?

Desafío de Aristóteles: ‘Cualquiera puede enojarse. Eso es fácil, pero enojarse con la persona correcta, por la razón correcta y del modo correcto… eso… no es fácil.’

          El primer paso es lograr transformar nuestras emociones en sentimientos. ¿Qué son los sentimientos? Son las emociones que han sido filtradas por el cerebro racional (LPF). Son representaciones conscientes de las emociones. Son el ´darnos cuenta´ de lo que nos pasa y en consecuencia tener la posibilidad de poder elegir que hacemos con eso.
         Stephen Covey nos indicó  el camino a seguir cuando dijo:  ‘Nuestra racionalidad yace en el espacio entre el estímulo y la respuesta. Es allí donde se encuentra nuestro poder de elección y nuestra libertad’. Claro está, que el camino a veces es duro… pero si logramos neuroentrenarnos podemos formar en nuestro cerebro redes neurales automáticas e inconscientes que nos permitan dominar nuestros instintos más primitivos y comportarnos como verdaderos SERES HUMANOS. 

                                                                                                    Rosana Fernández Coto

                

EL DESAFÍO DE TRANSFORMARNOS EN SERES HUMANOS

                      Gracias a nuestro cerebro, que es el órgano que controla el resto del cuerpo, hemos desarrollado distintos tipos de capacidades a lo largo de la historia que nos han permitido sobrevivir, primero en un mundo natural y luego en el mundo artificial que creamos. Si bien  esta lucha por la supervivencia en estos dos mundos es continua, ya que los desafíos que nos presentan tanto el medio natural como nuestro mundo ´civilizado´ son permanentes, hemos llegado a un punto que, si no nos ocupamos de nuestro mundo interior, la supervivencia del hombre y su calidad de vida no están garantizadas. Una sociedad  que se basa en el paradigma HACER-TENER-SER, que vive sus logros materiales como los triunfos necesarios para ser feliz y no tiene en cuenta a su prójimo para estas ‘éxitos´, está destinada a sucumbir. El desafío más importante de nuestros días, está en poder lograr un cambio en el paradigma social, ya no basta conocer y saber combatir las amenazas naturales y  los peligros del mundo artificial, para que nuestra especie sobreviva también tiene que trascender, cambiar el HACER-TENER-SER por el SER-HACER-TENER y esto lo lograremos sólo conociendo nuestro mundo interior y…. conquistándolo.
Quien conoce a los demás, es inteligente.   
Quien se conoce a si mismo, es brillante.
Quien vence a los demás, es fuerte.
Quien se vence a si mismo, es invencible.
                                                 Tao Tse King
                    Pero… ¿es ésto posible? ¿Podemos llegar a conocer nuestras emociones? ¿Podemos dominar nuestros impulsos? La respuesta es, sin duda, afirmativa, claro que no es fácil, requiere de nuestro esfuerzo, nuestra voluntad, nuestra decisión… todos recursos que poseemos, que sólo el hombre tiene gracias al cerebro racional que ha desarrollado (especialmente los lóbulos pre frontales) entonces la  respons-habilidad (habilidad para responder ante este desafio) está en nuestras manos.